LA PÉRDIDA DE LA TOTORA: UN PROBLEMA REALMENTE GRAVE

LA PÉRDIDA DE LA TOTORA: UN PROBLEMA REALMENTE GRAVE

Una de las áreas naturales más importantes en nuestro país es sin duda alguna la Reserva Natural de Titicaca; cuya belleza e importancia resultan evidentes a todo el que lo contemple. Sin embargo, el hecho de ser una Reserva Nacional no logra que esta área sea totalmente protegida, convirtiéndose cada vez más en un serio problema ambiental. Una de las problemáticas más dañinas en esta zona es la gran disminución de la totora, cuyo nombre científico es Scirpus californicus, ya sea por su sobreexplotación o la contaminación descontrolada de la tierra y agua cercanas. Cuando uno de los principales objetivos de una reserva es proteger la fauna y flora, causa una gran decepción cuando es evidente que a pesar de la fundamental importancia de esta humilde planta para los pobladores nativos como al ecosistema, no se está haciendo nada realmente útil para evitarlo. Es por ello que para mejorar la calidad de vida de los pobladores y el ecosistema del lago, se debe proteger esta planta y cesar la explotación indiscriminada de los totorales.

Una consecuencia directa que la disminución de esta planta ha ocasionado es afectar seriamente el desarrollo económico de la población. Con la expansión demográfica en la región de Puno en los últimos años, la totora, ya de por sí fundamental en la vida diaria de los habitantes locales, ha sido doblemente necesitada, llegando al punto de casi agotar con esta. Económicamente hablando, la totora es el pilar de su subsistencia, ella constituye su principal alimento (llamado "Chullu" por los Uros), la base de sus viviendas y techos, la materia prima de sus artesanías y hasta como medicina y forraje para su ganado. Como todas estas actividades dependen de esta planta, se han visto afectadas y como repercusión los pobladores son incapaces de mantener su economía. Y aunque desde la década del 90, la población se ha dado cuenta que la contaminación es la causa de la muerte de la flora del lago y ha demandado la construcción de plantas de  tratamiento, no se ha hecho nada eficaz para mejorar los problemas ambientales que existen.

Otra gran consecuencia que desemboca esta disminución de totora es que afecta a la salud de la población y los animales de los que esta depende. Normalmente se conoce que la basura proveniente de los desagües de la ciudad y las sustancias tóxicas contaminan al lago y este a su vez perjudica a la flora del lugar. Sin embargo, también ocurre al revés, es decir que los totorales también favorecen el equilibrio del ecosistema, proporcionando hábitat para diversas especies de aves. Cuando este recurso es aprovechado irracionalmente es posible que esté afectando la disminución de su biomasa, pérdida de biodiversidad, degradación de la calidad del agua y de materia prima para distintas actividades. Y aunque la conservación de la especie se da por el estado mediante el Ministerio de Agricultura y el INRENA, las comunidades campesinas han llegado hasta organizar diversos Comités de Conservación, con guardaparques voluntarios ante la poca mejora que este problema ha tenido.

En conclusión, nuestra reserva nacional está muriendo sin que nos decidamos hacer un cambio. Si nos damos cuenta, el problema de la disminución de los totorales no es el único problema que está afectando a la población; siendo la grave contaminación el principal. Para revertir el daño inmenso y estar a tiempo de mejorar la situación de la totora, debemos implementar planes de repoblamiento, concientización a la población y realizar investigación para el mejor conocimiento de la especie. Sin embargo para solucionar el problema principal, debemos concientizar al Estado y a las empresas tanto privadas como estatales que tienen acción en el lago, sólo así lograremos salvar esta reserva.

Paloma Carrascal